Ley vigente desde el 22 de Octubre de 2014, permite vender energía a la red
La generación residencial o también conocida como Net Billing se basa en la Ley 20.571 y en el reglamento DS 71, y tiene como objetivo el dar derecho a los clientes regulados de las Empresas Distribuidoras a generar su propia energía eléctrica, mediante medios renovables no convencionales o de cogeneración eficiente, autoconsumirla y vender sus excedentes de energía a la empresas distribuidoras (clientes regulados corresponden, en general, a pequeños y medianos consumidores que tengan una capacidad conectada inferior a 2.000 kilowatts [kW]). Y donde el sistema de generación con energías renovables tenga una potencia instalada menor a 100 [kW] nominal.
Imagen 1: Fuente http://www.minenergia.cl/ley20571/
La generación distribuida, es capaz de entregar importantes beneficios, entre los que destacan:
- Menor dependencia de las importaciones de energía.
- Mayor seguridad del abastecimiento de energía.
- Disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Por ejemplo, en un proyecto desarrollado por Efeyer para una vivienda residencial en la ciudad de Ovalle, clientes que deseaban almacenar energía eléctrica para tener un respaldo cuando la distribución eléctrica se corte, se les propuso un sistema fotovoltaico con capacidad instalada de 3,6 [kW], de manera de aprovechar de inyectar los excedentes a la red (Imagen 2), con una inversión inicial aproximada de $7,5 millones.
Imagen 2: Generación eléctrica y consumo promedio anual
De esta manera, debido que la mayor cantidad de generación eléctrica se realiza en los horarios que la vivienda se encuentra sin sus habitantes, al instalar un sistema Net Billing, es posible inyectar a la red los excedentes no consumidos, y amortiguar el costo que significa consumir la energía eléctrica desde la red durante las noches. Logrando una alta rentabilidad, de acuerdo a imagen 3.
Imagen 3: Rentabilidad del proyecto a 20 años.
Comparándose el caso de que la vivienda opere sin la instalación de paneles fotovoltaicos (consumiendo toda su energía desde la red de distribución eléctrica local), en un periodo de 20 años, se estima un costo total de $6,3 millones, mientras que con la instalación del sistema fotovoltaico, se logran ahorros de $4 millones en esos 20 años, significándoles un costo total de $2,3 millones.
¿Vale la pena? ¡Definitivamente!
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